LA VIDA PRIVADA DE UNA GARZA PÚBLICA
La veo, me mira. Me reconoce. Ya no levanta el vuelo nerviosa; es la misma Garza pública que todas las mañanas, con sus piernas largas, flacas, rematadas en patas amarillas, recorre oronda, como modelo de pasarela, la playa de la Bahía.
Con desdén aristocrático me ignora, sigue con su faena alimenticia; sus ojitos de chakira vigilan atenta la ola, tensa el cuello flexible y en la resaca, apunta y ataca a la pandilla cardumen de alevines, no falla, el pececillo sorprendido, tiembla vivo en el pico, pasará sin remedio del vientre salado del mar, al vientre ácido de la garza pública.
La he visto engullir 20 presas con evidente placer; subir a una roca a reposar y volver de nuevo al banquete. Siempre respeta la zona de pesca de Don Víctor, el pescador más feliz del mundo, ayer lunes, logró la captura del año, un “Torito” de 4 kilos: “Si viera que me dio batalla, pero lo cansé. La gente no lo aprecia por la carne negra, pero es puro Omega tres, lo haces cuadritos en ceviche y al rato buscas mujer”. Suelta la risa huérfana de dientes.
Dejó a la Garza pública y a Don Víctor, y me pregunto ¿Cuánto tiempo más podrán sacar el sustento de la orilla?. Estudios recientes muestra que muchas especies se desplazan a zonas profundas, buscando agua más fría, en el Mediterráneo, Biólogos y Pescadores han confirmado que peces, pulpos y calamares, han bajado 50 metros; caso contrario es en las montañas altas, por ejemplo el Himalaya, los Entomólogos descubrieron que las mariposas han subido mil metros, para vivir en zonas frías.
Son efectos evidentes del Calentamiento Global, que el bipolar gobernante del Imperio, junto con millones de seguidores, niega rotundamente y ordena construir los Acorazados más grandes y letales para conquistar el mundo.
El presente es una alacena de pasados (guerras y masacres) y de futuros, las expectativas de un mundo mejor. Esto último es el deseo navideño: que mujeres y hombres buenos (los hay) conquisten el poder público y reviertan el daño hecho a nuestro planeta, para que las futuras garzas y futuros Víctores sigan pescando en las orillas del mundo.
¡Feliz Navidad!
Observa atenta la resaca y ataca. Nunca falla.
Captura la presa y la engulle rápido y va por otra.
Sube a una roca y reposa, para volver a la faena gástrica.
Don Víctor, el pescador más feliz del mundo, ayer capturó un “Torito” de 4 kilos, pal ceviche: “Es puro Omega Tres”. Dice contento.
El Torito de 4 kilos, capturado por Don Víctor.
La Isla Pájaros, como si fuera el lomo de un monstruo marino fosilizado.
LUPITA Y EL PERICO CRISPÍN
Lupita madruga a su expendio de pan en el mercado Municipal de Mazatlán; llega con la jaula donde viaja Crispín, su querido perico frente naranja. Lo trae tapado, como a los políticos de antes. En lo que despacha las conchas, picones, cochitos, semitas… Crispín empieza a protestar para que lo liberen del encierro: “Ya voy, ya voy”. Le dice.
Saca cuentas a velocidad impresionante, suma, multiplica y resta como si fuera una calculadora “Texas Instrument”, de las que usábamos en la prepa.
—Cinco negritas y dos semitas, son 91 pesos. Dice de volada, mientras empaca dos picones y tres conchitas. Es el pan, de la panadería mexicana, de la que López Velarde poetizó: …”y por las madrugadas del terruño, en calles como espejos se vacía, el santo olor de la panadería”.
Alejandro, su vecino de la fonda de enfrente, toma dos bolillos, nomás le avisa: ¡dos bolillos Lupita!. Ella, ágil, sigue despachando. Y recuerdo que a Alejandro le tocó encabezar, como Presidente de la Unión de Locatarios, las protestas contra aquel alcalde de triste memoria : quería convertir el Mercado Municipal en copia del Mercado San Miguel ubicado en el centro de Madrid. “Quiere hacer un mercado Fifí”. Decían los Locatarios, asombrados y asustados también por la estulticia de este personaje que presumía del apoyo del Presidente López Obrador. Sucumbió en su propia soberbia. El Karma no falla.
Por fin libera de la jaula al Crispín, que sale verde alborozado de verde, pide comida. Crispín es ya un venerable perico-anciano, tiene 17 años, el promedio de vida es de 15, claro que bien cuidado y alimentado, puede llegar a los 30 años; también Lupita es una venerable anciana, quizá sea el personaje de mayor edad en el Mercado Municipal, su figura, menuda y ágil, me recuerda a la madre de la Película clásica japonesa “La Balada del Narayama”.
Pago mi panadería y dejo a Lupita con su Crispín. Larga vida para los dos, para Lupita y Crispín. Fin.
XXXXXXXXXXXXX
AVISO DEL SUR: Escuinapa de las Bicicletas, de marismas y huertos de mangos, la de los tamales barbones; la Escuinapa del “Güilo Mentiras” y protegida por el Santo de Asís; perdió sin remedio su virginidad bucólica, el domingo al alba, la gobernanza criminal tomó las calles: la muerte se bajó los calzones y sacó las metralletas. Los Montescos contra los Capuletos se están partiendo la madre. RIP.
Crispín, la mascota del Mercado Municipal, pero sobre todo de la Panadería de Lupita.
Crispín y Lupita, cruzan miradas amorosas: “que viva 30, 50 años, los que quiera”. Ambos son de la tercera edad. ¿Habrá pensión del Bienestar para los pericos viejos?.
Pericos y Guacamayas de la nación: “y el relámpago verde de los loros”.
LOS PESCADORES ORILLEROS
Amanece en la Bahía. Hoy no hubo neblina, las olas llegan lentas, cansadas, lengüetean la arena y se retiran. Hoy el mar está de buen humor.
En la punta de un roquedal, frente a lo que fue el icónico hotel Camino Real, hasta donde llegaba la civilización en los años 70, una familia extensa, completa, madrugó para la foto.
Los observo, el abuelo sentado en silla playera, todos le rinden pleitesía, se acercan lo acarician, se toman la foto; la abuela lo masajea. Pienso que es una familia donde circula el amor.
Me imagino que será el último viaje juntos y en unos años, los nietos al ver las fotos dirán: “Mira, de cuando fuimos a Mazatlán”. Y los abuelos revivirán por un momento.
Hoy no vinieron a desayunar los Ostreros de pico naranja, pero sí unas aves más pequeñas que les decimos ”tildíos” y una tercia de garzas blancas, nerviosas y muy orgullosas de su blancura. Se creen la divina garza, pero las delatan sus patas plebeyas pintadas de amarillo.
Hay pocos pescadores orilleros, uno encaramado en las rocas, sostiene el sedal y mira paciente el temblor del mar; otro en pie de playa, mantiene dos líneas. En una cubeta revolotean pequeños peces, son la carnada que atrapa con la atarraya. Cierto, hay crueldad, los ensarta vivos en el anzuelo (Mónica Gagliano, una hermosa Bióloga Australiana, dejó su investigación doctoral de ecología de peces porque tenía que matar a la especie en estudio: “No existe ninguna cuestión científica significativa como para matar a otro ser vivo”. Escribió en su libro: “Así habló la planta”). Este señor pescador, no es Biólogo ni científico: “Solo vengo por un Torito pal caldo”. Me dice.
Más adelante dos gringos viejos pescan con caña, es zona de fondo rocoso, hay bancos de ostiones; nunca he visto que piquen peces. Uno de ellos está sentado, cabecea, dormita. Los dos son gordos. Fin.
Amanece en la Bahía. El mar apacible, oleaje lento. Hoy está de buen humor.
Familia con abuelos. Los miro un rato, van y vienen, acarician al Abuelo sentado en silla playera. Lo abrazan, se toman fotos. La Abuela lo agasaja. Es un chispazo de felicidad.
Se cree la divina garza. Presume su blancura, pero la delatan sus patas plebeyas pintadas de amarillo.
Mira paciente el temblor del mar.
Solo vine por un “Torito”.
La carnada viva. La atrapa con la Atarraya.
Dos gringos viejos, pescan con caña. Los dos son gordos.
Mónica Gagliano. Bióloga Australiana ser negó a matar los ejemplares de la especie de Damisela del Gran Arrecife que estudiaba para su tesis doctoral ya que no hay ninguna justificación científica para asesinar a un ser vivo. Se cambió a la Botánica y ha revolucionado esa ciencia.
¿LEÑADORES O TALAMONTES?
Un evento ocurrido en la comunidad boscosa Los Tejocotes, Municipio de Xalatlaco, EdoMex, en las cercanías del Ajusco, apareció en una esquina de la nota policiaca de la Prensa escrita y comentada al paso por los noticieros de TV, puede ser un síntoma de que algo grave ocurre entre el pueblo y las Fuerzas Armadas con funciones ahora de policías.
La madrugada del jueves 19 de Diciembre, a las 6 de la mañana, una patrulla de la Guardia Nacional, hacía su rondín de rutina cuando detectó la presencia de supuestos talamontes y se dio un enfrentamiento donde según hicieron uso de armas largas, no se habla de heridos, pero resulta que un grueso de pobladores (80 dicen los reportes), se amotinaron y armados de garrotes rodearon a los efectivos de la Guardia Nacional, que pidieron refuerzos a la policía.
Entonces se armó la balacera, resultado: (a) siete policías heridos, 5 de leñazos y dos de bala, pero leves, todos fuera de peligro; (b) los amotinados, dos muertos y dos heridos de gravedad.
Según la Autoridad, uno de los civiles muertos era el líder de los Talamontes; según los pobladores de Tejocotes, era un señor que madruga a vender tamales, oficio, que junto con los Tlacoyos, ejercen muchos en esa comunidad. Los talamontes, que si los hay, desayunaban tranquilos en sus fincas.
Cierto que la tala clandestina es un problema añejo en siete municipios de EdoMex, entre ellos Xalatlaco, Ocuilan, Zincatepec, Xonacatlán, etc. En 2023 se reportaron 1300 hectáreas de bosque perdidas, pero son las mismas comunidades quienes denuncian cuando bajan camiones cargados de madera.
Lo preocupante es la respuesta del pueblo de Tejocotes que se subleva y enfrenta a las fuerzas armadas, logra volcar una patrulla y hacerse de dos armas, pero sus pertrechos defensivos y letales son los garrotes del bosque.
Cierto también que el crimen organizado ha incluido en su portafolio de negocios la madera, como en Michoacán el aguacate, en Sinaloa el camarón, la gasolina en…etc. Pero ¿son las comunidades cómplices o víctimas del crimen organizado?; ¿Es el Pueblo de Tejocotes nido de Talamontes?.
Por lo pronto, el Gobierno ha dejado un pueblo agraviado, materia prima para el avance pernicioso de la Derecha, pero sobre todo, una muestra de rasgadura del tejido social, como dice el Antropólogo Claudio Lomnitz, en tiempos que se requiere de la máxima unidad nacional ante las delirantes amenazas de un desquiciado imperialista, expresión de lo peor que ha generado la humanidad.
¿Humildes leñadores o delincuentes taladores?…
El pueblo amotinado volcó una patrulla para petrecharse. Quizá vendrá tiempos de levantar barricadas callejeras.
La policía entró al pueblo armas en ristre. Testigos afirman que llegaron disparando.
Un perro huele la sangre. En la calle, los casquillos percutidos.
Se tomó al pueblo por asalto.
En mayo de 2019, marcha de protesta en Xalatlaco contra los Talamontes que asesinaron a un líder comunitario.
La madera de los bosques de siete municipios de EdoMex se baja en flotillas de camiones a la vista de todos, con toda impunidad.
EL SEÑOR IGUAZÚ
Se llama Arnoldo Lizárraga y la empresa que arrea, suya y muy de él, se nombre Iguazú, la mejor agua electropura y alcalina del puerto de Mazatlán; por eso le decimos el Señor Iguazú; de seguro se trajo ese rastro de palabra de algunas de sus andanzas por la geografía del Continente. Iguazú es una catarata en Brasil, significa en Guaraní “Agua Grande”; el poeta Carlos Pellicer, cuando la visitó quedo asombrado y la llamó Agua de América; “Agua salvaje que se derrumba a grandes gritos; agua del Iguazú, agua grande, agua soberbia”.
Arnoldo, nuestro “Señor Iguazú”, también es mi amigo; es un hombre que se la parte en su trabajo, no explota a nadie, el mismo es patrón y obrero; burgués y proletario.
Los fines de semana, echa los arreos de pesca y sale, solo o con amigos, a puntos precisos del mar donde sabe que pica el Coconaco Prieto, el Pargo Rojo, el Mero bocón, el Robalo plateado; no le “jierra”, siempre regresa, como bendecido, cargado de los frutos del mar. Nos invita al zarandeado.
Hace unos días nos vimos y reclama.
—“Oye, me bloqueaste del Facebook, ya no puedo leer La Cuartilla”.
Le explico que la empresa recibió cientos de denuncias de usuarios que de manera reiterada acusaban a la publicación de violar el código de Ética, por lo cual, de manera fulminante, inhabilitaron la cuenta. Y punto, con esos sacrosantos códigos no se discute, prefiero asumir el código de Spinoza: lo ético es todo lo que hacemos por amor y deseo de libertad. Pero eso es ya Filosofía.
—Ahora es un Blog. Ponle en Google “lacuartilla.com” y ya está.
Un abrazo para Arnoldo Lizárraga, El Señor Iguazú, el Señor “Agua Grande”. Que siga viviendo sus “Días Perfectos”, como el personaje de esa película japonesa. Nomás.
La Palometa, el mejor pescado pal caldo. Así recomendaba Don Toño, el viejo pescador y cocinero del negocio de mi padre.
Arnoldo pesca como bendecido. Sabe donde pica el Mero bocón, la Curvina, el Pargo rojo y el Robalo escurridizo.
La Catarata del Iguazú. “Agua grande” en Guaraní: Agua salvaje que se derrumba a grandes gritos. Decía el poeta tabasqueño Carlos Pellicer.
Portada del blog lacuartilla.com.

