WEGENER: UN HÉROE TECTÓNICO (Relato Dominical)

Hoy, dos de noviembre del 2025, se cumplen justo 95 años de la muerte de un aventurero y explorador genial. Se llamaba Alfredo Wegener. Ese día, salió del campamento en Groenlandia, acompañado de su amigo y guía Rasmun Villumsen, los sorprendió una feroz tormenta de nieve; ambos murieron. Wegener tenía 50 años, era Meteorólogo.

¿Qué hacía en ese lugar?. Indagaba que tanto se había movido esa enorme isla-continente (que ahora quiere comprar Trump).

Resulta que Wegener es de esos que tiene la mente preparada para captar y procesar el “Chispazo Gestalt” y desentrañar un misterio, tal como: Newton, Copérnico, Oparin, Darwin, Einstein, Marx…

Wegener fue el primero en anunciar que  los continentes bailaban, se movían y desplazaban; llamó a su genial idea “La deriva Continental” y el chispazo le vino de observar los contornos de los continentes y descubrir que embonaban a la perfección, por ejemplo: la chichi de África, cabe en el golfo de México.

Claro que hubo algunos antecedentes: los marinos portugueses en 1502, dibujaron el planisferio de Cantino, en el cual se ve que Brasil embona en el hueco de África; en 1570 el cartógrafo Abraham Ortelius, elaboró un mapa donde coincidían las costas de África y de América.

Wegener no es un científico muy popular, igual que Milutin Milankovich (el genio de las glaciaciones), escribió un libro donde exponía su teoría, pero nadie lo peló, la comunidad científica rechazó su idea. Le faltaba explicar una variable: que fuerza era capaz de mover las masas continentales.

Fue hasta los años 60 que se descubrió esa variable-fuerza:  las células de convección generadas por la energía calorífica que emana del núcleo terrestre, a partir de eso la teoría se rebautizó como “Tectónica de Placas”, lo que se mueve son placas continentales, y tanto el paleomagnetismo como la oceanografía han enriquecido la vieja teoría de la Deriva Continental de Wegener. Una teoría central de las ciencias, tal  como lo son la de Darwin de la Evolución de las especies, de Oparin sobre el origen de la vida,  el Big-Bang del origen del Universo, la de Mendel sobre la herencia biológica…

Nuestro héroe tectónico nunca se enteró de su éxito cognitivo; le encantaba salir de aventuras expedicionarias al Ártico, a pesar de los reclamos de Else, su esposa,  y fue en esa fatídica expedición en Groenlandia el final de sus aventuras. Murió con las botas puestas, tal como la de otro explorador genial, Plinio “El Viejo”, hace ya 1851 años, lo mataron los gases tóxicos del Vesubio, mientras recogía datos de la salvaje erupción.

El cuerpo de Wegener fue localizado por sus compañeros exploradores y señalaron el lugar con una cruz de hierro. El gobierno Danés puso un equipo de rescate, pero Else, su esposa, se negó a que lo recuperaran; allí estaría mejor porque a él le gustaba andar en esos lugares. Me imaginó, conociendo a las mujeres, que Else debe haber dicho: “para que se le quite”. Wegener sigue congelado en un témpano de hielo en algún lugar de Groenlandia, y ahora con lo del calentamiento global, no nos extrañe que un día de estos aparezca flotando en un témpano de hielo.

Alfredo Wegener es uno de mis héroes científicos, hoy su teoría cumple 113 años y su cuerpo lleva 95 años congelado, pero sus ideas, enriquecidas por nuevas mentes, están más vivas que nunca. Salve.

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NOTA CUMPLEAÑERA. La Cuartilla felicita al Profe Humberto Rioseco, uno de nuestros Guardianes de la Bahía.

Alfred Wegener y su guía y amigo Rasmun Villumsen. Salieron el 2 de noviembre de 1930 del campamento de exploración en Groenlandia. Los sorprendió una tormenta de nieve, ambos murieron. Esta es su última foto, fumando pipa, al salir del campamento. Ambos yacen congelados en un témpano de hielo en Groenlandia.

El genio Servio de las glaciaciones. También Meteorólogo como Wegener. Determinó el ciclo de las gelaciones en el planeta, quizá una de esas glaciaciones sea la que extermine a la especie humana, mucho antes que el sol se convierta en una gigante roja y chamusque todo el planeta.

Humberto Rioseco “El River” pa sus cuates. Es el de azul discreto, junto con la banda de Guardianes de la Bahía, ya son parte de la biodiversidad del ecosistema. Cumplió años y lo felicitamos.

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