RÉQUIEM POR AZABICHA

“Los gatos se esconden cuando saben que les llegó la hora”. Dice un personaje de “Zapatos Italianos”, novela de Henning Mankell. De eso me acordé cuando Juana, mi amiga Antropóloga, envía una mensaje a las 6 de la mañana: Azabicha, su gata que la ha acompañado 17 años, caminaba, daba vueltas y como que buscaba refugio. Azabicha presentía su final. Y en efecto, dos horas más tarde, entraba el mensaje fatal: “Ya se me murió Gildardo. Se murió mi Negrita, ahorita en mi casa”.

La rescató en enero de 2009, debajo del Anillo Periférico de Xochimilco, detrás de un poste, maulló para llamar la atención: “le hablé y corrió hacia mí. Ya no pude dejarla”. Cuenta Juana, de sus tiempos de vida Chilanga y agrega: “Junto con un muy querido amigo Semiólogo, acordamos ponerle “Azabicha”, por negrita azabache y por ser una bichita”.

¿Cómo no querer a los gatos si tienen una historia larga?. Seguro que su ancestro mamífero de hace 70 millones de años le entró a depredar crías y huevos de dinosaurios. Los Paleontólogos han encontrado en Chipre tumbas de 9500 años con difunto acompañado de su gato; los Egipcios adoraban estos felinos, cuando morían los embalsamaban y la familia se rasuraba la ceja en señal de duelo.

Azabicha la acompañó durante su estancia en la CdMex, fue su compañía en los años caóticos y de quebraduras sentimentales; también era su primera línea de defensa, si algún extraño se acercaba a la puerta del Departamento, bufaba y se ponía en posición de ataque. “Le gustaba que la acariciara cuando bebía agua, le decía: toma agua Bichita; Bichita toma agua”.

Neruda dijo de los gatos

La mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola.

Y concluye que en la evolución zoológica sólo el gato: “nació completamente terminado, camina solo y sabe lo que quiere”. Y así era Azabicha, independiente, fuerte, orgullosa: “era de pocas palabras (o maullidos), solo cuando ella quería podía acariciarla y a veces, si tenía suerte, me dejaba cargarla, La voy extrañar”.

Azabicha, “La Bichita”, “La Negrita” ha muerto. Vaya el duelo de La Cuartilla.

Azabicha. Negra de pelaje azabache, tenía oro en los ojos. Se fue al cielo de los gatos.

Pintura en una tumba egipcia de 3200 años de antigüedad.

El gato en el arte y su relación con nosotros: las miradas son de infinita ternura. Óleo de Emile Munier.

Pepe Franco y su gato Benito. Portada de “Relatos Gatunos”. Lo mejor de Pepe, lo más humano, lo expresó en su relación con Benito. Dios hizo a los gatos para hacernos más humanos. Búsquelo, está en línea, las ilustraciones son de Bobadilla, es genial.

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