MURIÓ EL SEÑOR DEL ADN
Si escuchas Watson y Crick, de volada te brinca la asociación, Molécula de ADN. En efecto, Jim Watson (gringo) y Francis Crick (británico), después de varios intentos fallidos, lograron dar con el diseño de la molécula del Ácido Desoxirribonucleico (ADN) y dieron el gran golpe científico, esos que ya escasean, como lo fue la teoría de la Evolución de Darwin, la Relatividad de Einstein, el Origen del Universo por la Gran Explosión, las Neuronas por Ramón y Cajal… ¿Habremos llegado a los límites del conocimiento humano?.
Watson de 25 años, Crick de 37, armaron la estructura del ADN en 1953, a partir de una fotografía de difracción de rayos X, tomada por Rosalind Franklin en 1952 (la famosa fotografía 51), que sin pedirle permiso y nunca se enteró, su colega Maurice Wilkins (ambos del King’s College, Londres) se la mostró a sus cuates Watson y Crick, que trabajaban en el Laboratorio Cavendish, en Cambridge, a una hora y media de camino. Ahí les cayó el veinte: la estructura del ADN es una escalera en espiral, los largueros son cadena de un azúcar y fosfato; los peldaños son las bases nitrogenadas Adenina, Guanina, Timina y Citosina; ya encarrerados, entendieron que la clave de la información genética, estaba en la secuencia de esas famosas bases nitrogenadas. Una maravilla. Desentrañaron el abecedario de la vida, estaban preparados mentalmente para eso, no eran improvisados.
En 1962, el trío Watson, Crick y Wilkins, recibieron el premio Nobel de Medicina; en ningún momento mencionaron la Fotografía de Rosalind, que para ese entonces tenía cuatro años de sepultada, la mataron las exposiciones a los Rayos X con un cáncer ovárico insidioso, a los 38 años de edad.
¿Dónde ve usted lo perverso del mundo científico?. En ese entonces, Rosalind Franklin era una de las mejores científicas, experta en difracción de Rayos X que aplicaba también para dilucidar la estructura del ADN, hubieran hecho el equipo perfecto, el problema era y todavía es, la concepción patriarcal, machista en todos los ámbitos de la vida social. Rosalind nunca se enteró del “hurto” de la Fotografía 51, de haberlo sabido, les arma una de “San Quintín”, al poco tiempo, renunció al King’s College, se contrató en el Birbeck College donde trabajó en la identificación de virus hasta su temprana muerte.
No se trata de restarle méritos a Watson y Crick, tipos inteligentes, ambiciosos que tuvieron la capacidad de interpretar la fotografía 51, sino de la injusticia y deshonestidad para con una colega científica.
La verdad poco a poco se fue conociendo, incluso el propio Watson, en su libro “La Doble Hélice”, después de comentarios despectivos sobre Rosalind, reconoce el impacto de la fotografía 51 para el diseño de la molécula de ADN.
En el 2015 se estrenó en Londres la obra de teatro “Fotografía 51” de la dramaturga Anna Ziegler, con Nicole Kidman en el papel de Rosalind, fue un éxito total y una postrera reivindicación del trabajo de la Franklin.
Hace unas semanas, el pasado noviembre falleció Jim Watson, cargado de años (97) y desprestigio por sus actos y opiniones racistas, consideraba, sin ninguna prueba científica, que genéticamente los negros eran una raza inferior; también sus odiosos comentarios sexistas, decía que las mujeres en la Ciencia, solo servían para que los hombres se la pasaran más divertidos, o sea: meros objetos decorativos.
En el 2019 le fueron retirados todos sus títulos honoríficos, nada más le quedó el Nobel, con el antecedente de que había vendido la medalla en 4 millones de dólares a un millonario ruso.
La deshonestidad no es “rara avis” en el mundo de la Ciencia, recién, el Consejo Editorial de una Revista Científica de la Editorial Elsevier, retiró un Artículo publicado en el año 2000 donde se afirmaba que el Glifosato no es cancerígeno, los autores habían utilizado resultados experimentales de la propia empresa Monsanto, fabricante del herbicida; es el mismo caso de investigadores de la UAS Y UNAM que sin ningún fundamento, afirman que la industria Química peligrosa del Amoniaco y Metanol no es de riesgo ambiental para las Bahías de Ohuira y Topolobampo, ni tampoco para la salud humana. Así anda el mundo.
Se murió el Señor del ADN, ya lo fueron a enterrar, en el cortejo iban la Adenina en pareja con la Timina; también juntos la Citosina y la Guanina. Atrás se quedó, enojado, Don Uracilo. Fin.
Mostrando la doble hélice del ADN, un flaco y sonriente Jim Watson de 25 años y Francis Crick de 37 años.
Rosalind Franklin. Expertas en estudios de estructuras moleculares por difracción de Rayos “X”. Ella y su equipo tomaron la famosa Fotografía 51, que sirvió para el diseño helicoidal del ADN.
Premios Nobel de 1962. El tercero de la izquierda es Francis Crick, a su lado John Steinbeck (el de “Las Viñas de Ira”). Junto al flaco y risueño Jim Watson.
Watson ya viejo, con la fama de racista y sexista: los negros son una raza inferior y las mujeres en la Ciencia la hacen más divertida para los hombres. Así decía el científico laureado.
Nicole Kidman en el papel de Rosalind Franklin, en la obra de teatro “Fotografía 51”, de la dramaturga Anna Ziegler, estrenada en Londres, 2015. Fue un éxito y una reivindicación de Rosalind.

