Menstruar entre fuego y balas.

La violencia en Sinaloa causa un sufrimiento incalculable a la población. Sin embargo, personas que menstrúan se enfrentan a una dificultad adicional y a menudo invisibilizada: el manejo de su menstruación.

En medio del desplazamiento forzado, retornos, incendios, inseguridad y la falta de servicios básicos que genera esta violencia, la salud menstrual no es una prioridad, pero es un problema que afecta a innumerables personas en contextos similares. Al participar en la Brigada de Salud Comunitaria, descubrimos que la clínica local de Chirimoyos lleva once meses inactiva, lo que ha dejado a las personas que menstrúan sin acceso a control médico o ginecológico.

La psicóloga Edith Arredondo quién subió este 30 de Agosto a la sierra, comunicó a la revista Espejo que las personas presentan pesadillas, estrés postraumático severo y paranoia. Cuando el cuerpo se somete a un estrés constante se producen hormonas como el cortisol y la adrenalina. El cerebro entonces interpreta el estrés como una señal de que el cuerpo está en un estado de "alerta" de "lucha o huida” y para conservar energía y priorizar la respuesta inmediata al estrés el cuerpo interrumpe el ciclo.

El sometimiento al cuerpo a este estrés constante ha provocado la ausencia de la menstruación en algunas mujeres que fueron atendidas en la Brigada de Salud Comunitaria. Además, aquellas que sí menstrúan carecen de acceso a higiene básica y atención médica.

La ONU indica que la incapacidad de gestionar la menstruación de manera segura y digna en un contexto armado es una crisis humanitaria. La falta de acceso a productos sanitarios, agua potable, saneamiento e higiene crea un entorno de alto riesgo para las mujeres y las niñas, exponiéndolas a infecciones, enfermedades y humillación. La gestión de la higiene menstrual es esencial para preservar su dignidad, autoestima y su salud física y mental.

La pobreza menstrual es una realidad que golpea con especial dureza en contextos de violencia. En la Sierra de Sinaloa, las mujeres y personas que menstrúan se enfrentan a un desafío doble: lidiar con los estragos del conflicto armado mientras intentan gestionar su menstruación sin acceso a productos de higiene, ni a la información necesaria. Esta situación es ignorada y además les impone una carga adicional en un entorno hóstil.

Menstruar, es emocional y fisicamente dificil, ahora:

¿Cómo es menstruar con escasez de agua, luz, toallas sanitarias, papel higiénico y medicamentos para aliviar el dolor?

¿Cómo es menstruar, viviendo en el estrés de la violencia?

La menstruación digna debe de garantizarse AÚN en el estallido de violencia. El problema es claro, pero el  abandono institucional provoca incluso una sensación de des-esperanza.

Acopio de productos de higiene

  • Toallas femeninas

  • Toallas húmedas

  • Papel higiénico

  • Analgésicos para los cólicos

  • Métodos anticonceptivos y de planificación

Puntos de recolección

La Cuartilla se une a la colecta de artículos de higiene menstrual, convocada por Periferia Subversiva.
Serán llevados por la Brigada de Salud Comunitaria a la Sierra Sur de Sinaloa a finales de Septiembre.
Frida Izaguirre

Maestra de Historia del arte, activista y diseñadora..

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