MAZATLÁN: LA CIUDAD IRREGULAR
Uno, o sea yo, he recorrido las colonias del Puerto de Mazatlán, de la Azteca a Montebello, de la Madero y Pino Suárez a la Quinta Chapalita; de Villa Tutuli a la Mundialista; otros días he pasado por Presas del Valle y 13 de Septiembre; San Antonio, Nuevo Cajeme, Demetrio Vallejo, Miguel Hidalgo, Felicidad, San Francisco, Jesús García, la histórica Montuosa con su enorme cristo de madera y la tumultuosa Flores Magón, con sus barrancas y colinas.
Muchas de esas colonias son desconocidas hasta por las autoridades muncipales, pero ahí viven los albañiles, obreras, obreros, enfermeras, meseros, mecánicos, pintores, recamareras, pescadores, empleadas domésticas, choferes, etc., etc. Es decir la fuerza de trabajo que mantiene la dinámica y el metabolismo urbano cotidiano. Los que hacen funcionar la ciudad.
También, muchas de esas colonias, son llamadas, en la jerga burocrática, “Asentamientos irregulares”, término discriminatorio muy útil para negarles los servicios básicos a que tiene derecho todo ser humano, y que se reconoce en el 4º constitucional y que se reafirma en leyes secundarias como en la Ley General de Asentamientos Humanos, que también en el Art. 4º , nos ofrece el llamado “Derecho a la Ciudad”, dice así:
“Derecho a la ciudad. Garantizar a todos los habitantes de un Asentamiento Humano o Centros de Población el acceso a la vivienda, infraestructura, equipamiento y servicios básicos”.
SIN ESCRITURA NO HAY AGUA DOMICILIARIA NI DRENAJE NI ENERGÍA ELÉCTRICA
En muchas de esas colonias no hay drenaje, se usa la fosa séptica, tienen que contratar la pipa-bomba que succiona el excremento (“el Mayate”, le apodan los trabajadores). No las conectan a la red de dreanje aunque pase a 15 metros del asentamiento, aún con los colonos dispuestos a poner el material y la mano de obra.
Van y vienen a la JUMAPAM, a la CFE, pero no hay por donde, si no hay escritura no hay servicio; aunque se ablandaron con el agua por ser un derecho humano fundamental, y les pusieron tomas colectivas, en las cuales el litro de agua sale más caro que un litro de cerveza, hemos visto recibos por 7 mil pesos. Lo mismo con la energia eléctrica. Los más pobres pagan el agua y la electricidad de los ricos.
Por ahí no ha llegado la Cuarta Transformación; ni siquiera se han enterado que en el ya remoto julio del 18 (ya siete años) no hubo cambio de gobierno sino CAMBIO DE RÉGIMEN y siguen actuando con los mismos criterios; nada ha cambiado, a los nuevos funcionarios se les olvidó la consigna lópezobradorista de “Primero los Pobres” y la cambiaron por “Primero la chamba”, cierto ya se reformó el aparato jurídico, la Suprema Corte, vamos a ver si se corrigen las chuecuras y enredijos que favorecen la tranza, la componenda y friegan a los más vulnerables.
Urge que el cabildo (la cabeza ¿pensante? del municipio) haga su tarea legislativa y cumpla con su responsabilidad de dotar de los servicios básicos a las colonias populares de Mazatlán, más allá de los retorcimientos leguleyos, que no pueden estar por encima del mandato constitucional; también urge regularizar la tenencia de la tierra, más del 50 % de los asentamientos son irregulares, no hay escrituras, no hay claves catastrales y en muchos de los casos es falta de voluntad política, por ejemplo, la Colonia Pino Suárez, es un bien municipal, no se escrituran los predios por ser zona de riesgo inundable, pero en 2019, se inició, ahí en la colonia, la Construcción de la Planta Tratadora de Aguas Negras “URIAS II”, con una inversión inicial de 500 millones de pesos, para aprobarse la obra se tuvieron que hacer trabajos de mitigación que eviten el riesgo de inundación, luego entonces, ya no hay ningún impedimento para que los colonos posesionarios tengan la certeza jurídica de su patrimonio mediante escritura de su predio; el peligro latente en estos asentamientos “irregulares” es que de pronto aparezca un “Legítimo Propietario” con escrituras apócrifas que amenace con desalojos y pretende venderles los lotes.
Los que mueven los engranes de la ciudad, los que la ponen a funcionar, son los que viven en condiciones precarias, y se les niega el Derecho a la Ciudad. Nomás.
Un asentamiento irregular en Mazatlán. Carecen de los servicio básicos.
Colonos de “La Nueva Cajeme”. La misma demanda: servicios.
Colonos de un asentamiento que no aparece en ningún registro, se autonombran “Colonia Vallejo”, formada por viejos ex-ferrocarrileros. Es un caserío a ambos lados de las vías, por el rumbo donde fue el trenazo.
Es la Planta Tratadora de Aguas Negras “Urías II”, construida en la Colonia Pino Suárez, para aprobarla, se tuvieron que hacer obras de mitigación para evitar inundaciones y no arriesgar la inversión millonaria, con esto, la Colonia Pino Suárez, se benefició, ya no es inundable y se pueden regularizar los predios con su respectiva escritura.

