LA MUCHACHA DE LA MONTAÑA Y EL MUCHACHO DEL BARRIO
Rita sube y baja la montaña; baja y sube la serranía; cuando está en el puerto, se echa a cuestas a Francisco, el niño de sus ojos, y busca, encuentra; pide apoyos: “necesito una brigada médica; también una camioneta”. Arriba están las comunidades abandonadas; ausencia de las instituciones del Estado, no hay clases, no hay servicios médicos. Se incendian los bosques. “Este año hay menos mariposas”, dice una niña. Se quemaron las orugas.
Y sube con su brigada de combatientes humanitarios; Lalo el Biólogo, Mariela la Doctora, Dano Cineasta, Andrea Arquitecta y muralista, Annia enfermera, Juan Pintor, Frida diseñadora y Maestra; muchos más que no me sé sus nombres. En la última subida se incorporaron Estefanía y José Carlos de la Facultad de Odontología UAS, ambos desplegaron una intensa labor de higiene bucal en la Comunidad de Chirimoyos, la primera que reciben niños y muchos adultos serranos.
Por esa labor, Rita Tirado, tres veces mujer, Socióloga, Activista por los Derechos Humanos y Mamá de Francisco, recibió el Premio “Ernesto Galarza” 2025. ¿Quién es Ernesto Galarza?. Es el “Muchacho de Barrio”, un chamaco chamagoso que nació en 1905 en Jalcocotán, Nayarit; a los 6 años salió del pueblo que huele a café, junto con su mamá Henriqueta, sus tíos Gustavo y Esther; hicieron parada de dos años en Mazatlán para brincar a Sacramento, California; ahí, Ernesto se convirtió en el “Barrio Boy”, titulo de su autobiografía y obra maestra de literatura, por lo que fue nominado, al Premio Nobel en 1979. Antes trabajó de Jornalero, asimiló a plenitud la cultura del barrio de Sacramento, sin perder la identidad de Jalcocotán; estudió en las Universidades de Stanford y Columbia, en 1944, se doctoró en Historia y Ciencias Políticas.
Ernesto Galarza combinó a la perfección su actividad política-sindical con su labor de académico en varios Universidades de EEUU; se incorporó a la lucha en defensa de los jornaleros agrícolas, dirigió huelgas, colaboró en la formación del Sindicato Único de Jornaleros, escribió una docena de libros sobre la despiadada explotación de los braceros mexicanos; también abrevó en la poesía y escribió cuentos infantiles que todavía se leen en Primarias gringas.
Un acto de resistencia en esta era odiosa de Trump y a la vez homenaje a Ernesto Galarza, sería reimprimir “Barrio Boy”; mejor todavía: una nueva traducción.
Creo que Ernesto estaría muy contento con el hecho de que Rita Tirado reciba el Premio que con su nombre lo Honra la Asociación Mazatlán Fraterno; le hubiera gustado conocerla, ambos comparten el amor y compromiso por los seres humanos, por los más más vulnerables, por los más necesitados; también comparten el gusto por la poesía, Rita es poeta subversiva, todavía inédita.
La Muchacha de la Montaña, se aparejó con el Muchacho del Barrio. En horabuena.
Rita Tirado, compartiendo su premio con parte de los compañeros brigadistas. Les brota el orgullo de ser cómplices de la misma lucha.
Rita entre dos personajes legendarios, el Profe Óscar Loza Ochoa, un hombre bueno que preside la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y José Ángel Pescador Osuna, político de larga data. Al fondo Arturo Santamaría, quien conoció al Dr. Galarza, más acá, a la izquierda, Omar Lizárraga, nayarita, Presidente de Mazatlán Fraterno.
Ernesto Galarza joven.
Ernesto cuando fue nominado al Premio Nobel de Literatura de 1979. En ese año lo ganó el poeta griego Odysseas Elytis.
La obra maestra de Ernesto Galarza “Barrio Boy”, su autobiografía. La SEP lo tradujo con el feo título de “Atravesando Fronteras” y publicó una sola edición en 1977. Reimprir el libro, en esta era de Trump, sería una acto de resistencia y gran homenaje a Ernesto; mejor todavía, nueva traducción, se podría contratar el servicio profesional de nuestro querido cronista Joaquín Hernández, que conoce del habla sinaloense y sus giros y volteretas.
Los Braceros Mexicanos en los años 40-50. Para Ernesto Galarza, fueron sus compañeros y también sujetos y objetos de estudio sociológico.

