ESCRITURAS: NI PAGANDO
En la historia de Mazatlán, ninguna autoridad municipal tuvo la visión de adquirir reservas territoriales para el futuro crecimiento de la población; esto permitió que particulares se apropiaran de extensos polígonos de terrenos, incluyendo los ganados al mar, que en teoría son propiedad de la Nación. El resultado de esa geo-depredación ha sido un permanente conflicto social por la tenencia de los predios. El panorama actual es de profundo descontento en los colonos de diversos asentamientos, como las Colonias: Madero, Jesús García, Azteca, Anáhuac, Loma Atravesada, etc. Es un descontento popular que puede estallar en cualquier momento.
A partir del 2018, el área jurídica de la Inmobiliaria CEBERT, Representante Legal del Sr. Salvador Diego de Cima, intensificó una campaña de “terror inmobiliario” enviando memorandos de Demandas y Amenazas de Desalojo a domicilios de las diferentes colonias mencionadas, ante lo cual, un grupo de 200 colonos, presionados por la actitud beligerante de los agentes inmobiliarios, que incluso ejecutaron algunos desalojos quirúrgicos y ejemplares, decidieron firmar un Convenio para pagar los predios en “módicos” abonos. En promedio, cada lote se cotizó en 60 mil pesos.
A mediados del 2023, los 200 colonos finiquitaron el adeudo, en total pagaron 12 millones de pesos y procedieron a tramitar las escrituras, pero en eso, el 2 de octubre del 2023, fallece en Huixquilucan, EdoMex, Don Salvador Diego de Cima; se detiene el trámite, había que esperar quien sería la Albacea de los bienes heredados por Don Salvador. Resuelto el punto, quedó como Albacea, la Sra. Ana del Carmen Luján y Gutiérrez. Reiniciaron la gestión ante el Notario, pero éste los recibió con una infausta noticia: no se podía escriturar porque había que pagar la Liberación de Gravamen de todos los extensos polígonos, cinco colonias de Mazatlán que están escrituradas a nombre del finado Don Salvador (todas son territorio ganado al mar, que según el Artículo 27 Constitucional, son de la Nación).
El cuento de terror sigue, acudieron al Representante Legal de la Señora Albacea, que con toda humildad y frescura les dijo que son pobres y no tienen dinero para cubrir ese impuesto de Liberación de Gravamen; por lo tanto, se van a quedar sin la miel y sin la jícara; es decir, ni dinero ni escritura.
Liberar de Gravamen significa entregar los lotes limpios de todo conflicto, de toda duda y toda deuda; pero es tan vasto el territorio que si es posible no tengan los recursos financieros para cubrir ese impuesto y los 12 millones recaudados se quedaron en los honorarios de abogados y de la Inmobiliaria. Puede ser. Otro ruta que están explorando los colonos, es la revisión exhaustiva de los Polígonos de territorio desincorporados de la federación y donados al Municipio de Mazatlán; principalmente por la SEMARNAT y Ferrocarriles Nacionales.
Recién el Comité Pro-regulación de la Colonia Azteca, vía amparo de un juez federal, logró que la Dirección General de la Zona Federal Marítimo Terrestre y Ambientes Costeros de la SEMARNAT, revisara los Archivos históricos y rastreara si al señor Felipe Cevallos, principal vendedor de esos polígonos en conflicto, se le hubieran entregado en comisión o donación, tal que le facultara a venderlos; no aparecen rastros del mencionado señor. Luego entonces, hay sospechas fundadas de que, como dicen los abogados, las escrituras estén viciadas de origen.
El Gobierno del Estado puede, si tiene voluntad política y vocación humanista, ayudar mucho a despejar las brumas inmobiliarias, si apoya con su área jurídica en el rastreo de todos los decretos de desincorporación de terrenos de la federación donados al Municipio de Mazatlán; después con su equipo técnico de Topógrafos, actualizar las Coordenadas de los polígonos al Sistema de Unidades UTM y compararlos con los polígonos que están escriturados a particulares. Podrían saltar sorpresas y recuperar territorio público.
Mientras tanto, 200 colonos se han quedado chiflando en la loma. Nadie pagará la liberación de Gravamen y tampoco, nadie les devolverá su dinero. La Esperanza sigue esperando a Godot.
(Han de disculpar lo extenso, tenemos que dar la pelea a lo escueto y seco del meme).
Mazatlán en 1946. Es la Bahía de San Félix y Puerto Viejo.
Una imagen satelital del Mazatlán de 1930, casi 100 años. La Laguna del Camarón enorme, igual el Estero del Infiernillo. La mancha urbana todavía muy pequeña.
Un chorro de casas por la Gabriel Leyva; al fondo, la Loma Atravesada y el Cuartel Militar. Hace una pila de años.

