EL CURA DEL CHARAPE

En México hay de Curas a Curas, en una Cuartilla anterior, mencioné al Padre “Gus”, conocido en Puebla como “El Cura del Morral”, defensor y protector de migrantes y que salía a las calles de Dios para salvar a chavas y chavos extraviados en los rincones torcidos de  las barrios marginales (al Padre Gus lo conocí en los años 80, por su hermana, la Maestra Tere); otro Cura, el Padre Gabriel Espinoza, Párroco de la Iglesia de Temacapulín (donde el nació) en los Altos de Jalisco, se convirtió en el estratega de la lucha de resistencia del pueblo contra el Proyecto de la Presa El Zapotillo, que condenaba a Temacapulín a desaparecer bajo el agua; la lucha se prolongó del 2005 al 2023; en 2015, presionado por el Arzobispo de León, que le exigía no oponerse a la construcción de la Presa, colgó los hábitos que llevó durante 20 años: “Mi promesa sacerdotal es por toda la vida; pero la injusticia cambió la historia: me hizo rebelde”. En efecto, el Sacramento sacerdotal es un acto divino irrevocable, será sacerdote toda su vida, pero no tiene licencia para dirigir una iglesia y decir misa. Hoy es campesino y activista en la defensa del territorio y del agua.

Dice el Padre Gabriel: “Hay que estar con la gente cuando lo necesita. No podemos ser iglesia de condolencias, lamentándonos porque ya ocurrieron las tragedias”. En 2023, Temacapulín y pueblos aledaños, lograrron se modificara el proyecto de la Presa Zapotillo y se salvaron de la inminente inundación; los estrategas de la resistencia triunfante fueron el Padre Gabriel y el Abogado Lupe Espinoza, un sinaloense, de Choix (la historia se cuenta en el Libro: “Temacapulín: Cuando el Río Verde suena, resistencia lleva”). De esos Curas hay muy pocos y los necesitamos tanto.

Otra variante de Cura, es el fiestero, que se mezcla con la gente y hace bochinche, así es el Cura Santiago Piña, de la Parroquia de San Nicolás, en el Municipio de Iximiquilpan, Hidalgo. Es tradición cada año, celebrar al Patrono del Pueblo, que es el Santito Nico, para lo cual, desde el 10 de septiembre y durante toda una semana, se arma un fiestón regada con miles de litros de una turbobebida llamada Charape, que es un curado de Pulque elaborado con frutas y semillas: guayaba, piña, plátano, mamey, nuez, piñón, pistache; todo eso se deja fermentar hasta que alcanza un alto octanaje etílico.

Lo interesante, es que ese Charape (que tiene fama nacional), es fabricado por los 8 mayordomos responsables de organizar la pachanga; cada uno llena enormes tinajas y escoge la combinación de frutas y semillas; lo bueno y santo, es que se reparte de manera gratuita a todos los fieles de San Nicolás, nada más tienes que llevar la jarra para que te la llenen. Dice el Padre Santiago: “El Charape es producto del amor de los Mayordomos”, o sea, no hay que despreciarlos y agrega: “los Evangelios nos dicen que hay que darnos espacios para convivir y el vino alegra el corazón de hombres y mujeres”.

El Padre Santiago, sale de la Parroquia rumbo a la plaza el 10 de septiembre, pardeando la tarde, cargando un bidón de agua bendita del Río Jordán; hasta ese momento, nadie ha tomado un buche de Charape, la bebida reposa en las tinajas, como en las Bodas de Canaan. El Cura con su hisopo rociador, bendice a las tinajas, a los mayordomos con sus familias, se dirige a la multitud de sedientos feligreses, los salpica con las aguas del Jordán y se arranca la fiesta de San Nicolás.

“Nos emborrachamos para ponernos en contacto con Dios y agradecerle a San Nico las bendiciones otorgadas”. Eso dice un fiel de la Parroquia del Padre Santiago. Lo dicho, hay de Curas a Curas. El Padre Santiago es el Cura del Charape.

CEREMONIA DE BENDICIÓN DEL CHARAPE

El Padre Santiago al fondo, a punto de bendecir el pulque de alto octanaje etílico..

CARGANDO LAS TINAJAS

Cada una de las familias de los 8 mayordomos, llevan sus tinajas a la fiesta. el Charape se regala.

TINAJAS ABIERTAS

Todo es llegar con la jarra para que la llenen. Se poenen una guarapeta que les permite conectar con Dios.

TEMACAPULÍN

Aquí se cuenta la historia del Padre Gabriel Espinoza y su papel de estratega de la lucha de resistencia contra la Presa El Zapotillo. Es uno de los pocos triunfos del pueblo en los conflictos ambientales por el agua y el territorio.

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