EL CREMATORIO DE JUÁREZ

¿Cuánto vale un cuerpo humano reducido a cenizas?. Si logras separar los componentes minerales como hierro, potasio, zinc, calcio, fósforo, flúor, pagarían el mercado unos 2 mil pesos. Eso valemos en compuestos químicos. “Porca Miseria”.

En cambio, un tejido u órgano fresco, palpitante, listo para el transplante, se cotiza en miles de dólares en el mercado del tráfico de partes humanas: Córneas 23 mil dólares, corazón 640 mil dólares, riñón 160 mil dólares, etc. Sería terriblemente macabro que el asunto de los miles de desaparecidos sea parte de este negocio; imagínese, un corazón en 12 millones de pesos. Sería terrible repito, porque es como iniciar una sociedad caníbal como la que propone Agustina Bazterrica en “Cadáver Exquisito”.

Las cenizas truculentas del Crematorio “Plenitud” en Cd. Juárez, me trajo a la mente eso de cuanto valemos en seco y en húmedo.

He seguido el caso de ese crematorio porque refleja también el “espíritu violento” de la época y el irrespeto por el cuerpo humano difunto.

Apenas el sábado 27 de septiembre, la Fiscalía General de Chihuahua, informó que de los 383 cadáveres encontrados insepultos en una bodega del propietario del Crematorio “Plenitud” hace tres meses, 96 ya fueron identificados, 63, entregados a sus familias que reabrieron el duelo, pero ya descansan en tumba y cruz.

Breve recuento. El Crematorio Plenitud, era el más barato de Cd. Juárez, 3 mil pesos por difunto. Tenía convenio con varias funerarias; así que chamba había; pero resulta que el 2022 se averió el horno, no dijeron, siguieron recibiendo cadáveres embalsamados y entregando urnas rebosantes de cenizas.

El negocio era operado por el dueño y Don Facundo, un anciano de 63 años, fornido y correoso. ¿Qué hacían?. Llevaban los cuerpos a una bodega, en las orillas de la ciudad y los estibaban, así llegaron a tener un panteón de 383 cadáveres.

¿Y la ceniza?. La preparaban con una mezcla de cemento gris, tierra y me imagino que Don Facundo recorría los asaderos de pollos y carne, recogía las cenizas de los braceros y con eso le daban un toque realista a la mezcla truculenta.

Entregaron 383 urnas. Los deudos las han arropado con cientos de avemarías, padre nuestros y velas palpitantes. Pero le rezaban a una mezcla de cemento y polvo; su cadáver amado yacía estibado en una bodega, fermentándose en el formol funerario.

Tanto el dueño como Don Facundo están detenidos. La inhumación ilegal es un delito menor; el más grave son los daños a la salud pública; alcanzan 17 años de prisión. Don Facundo morirá en la cárcel.

¿Será una marca de nuestros tiempos el irrespeto a nuestros sagrados difuntos?. Oremos.

Cadáveres en conflicto. 383 cuerpos que se suponía cremados, yacían estibados, fermentándose en formol funerario, en una bodega del Crematorio “Plenitud”.

José Luis, el dueño y Don Facundo, el peón. Preparaban una mezcla de cemento gris, polvo y quizá, Don Facundo, recogía ceniza de los asaderos de pollos y carnes de la ciudad, para darle un toque real a su alquimia fraudulenta. El Fiscal pide 17 años de cárcel.

Los familiares que le rezaban a “Cenizas Hechizas” protestaron por el trato a sus difuntos.

Los médicos forenses trabajan a marchas forzadas para identificar los cuerpos, hasta hoy lunes 29 de septiembre llevan 96 cadáveres con nombre y apellido. Ingesto trabajo.

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